El 2020 fue un año cargado de desafíos para el desarrollo del país, pues la gran mayoría de los actores económicos se vieron afectados por la pandemia de la Covid-19. La necesidad de alternativas llevó a adoptar prácticas como el comercio electrónico y el teletrabajo, lo que ocasionó un desplome en el mercado inmobiliario de oficinas. Sin embargo, cada vez más empresas deciden regresar a sus espacios de trabajo, lo que ha supuesto una reactivación en el sector.
De acuerdo con los números de CBRE Recovery Monitor y su indicador de oferta y demanda del sector, el panorama inmobiliario se presenta alentador de cara al futuro.
Durante los primeros cuatro meses del 2020 las solicitudes de alquiler de oficinas cayeron cerca de un 20,3%, como resultado de las restricciones por la pandemia. En contraste, y gracias al avance de la vacunación que ha dado paso a la «nueva normalidad», el 2021 ha arrancado con una tendencia al alza de 5,5% hasta el mes de abril.
Una de las consultoras inmobiliarias más importantes a nivel mundial, Knight Frank, ha indicado que el aumento en el segundo trimestre de 2021 fue de 45%, en relación con el periodo de abril a junio de 2020. En términos de inversión, se habla de alrededor de 900 millones de euros, solo en el primer semestre.
Durante la segunda mitad de este 2021, el movimiento ha seguido su tendencia al alza, e incluso los análisis más optimistas prevén la posibilidad de alcanzar cifras de antes de la pandemia. De hecho, se espera finalizar el año con inversiones del orden de 2500 millones de euros, según concluye la última edición del Office Pulse, organizado por Savills Aguirre Newman.
Las grandes ciudades son las que registran una mayor cantidad de operaciones de arrendamiento. Pero aunque algunas como Valencia o Málaga han comenzado a despertar el interés de los inversionistas, Madrid y Barcelona siguen punteras.
Según datos de la CBRE, en la capital se contrataron 99 000 m² a lo largo del tercer trimestre de este año, un 9% por encima del espacio ocupado durante las mismas fechas del año pasado. De hecho, el acumulado hasta inicios de octubre ya rondaba los 275 000 m², casi un 2% más que en 2020.
En cuanto a zonas de Madrid, la principal concentración de acuerdos se ha dado en el distrito financiero del centro, el conocido complejo Azca y la Cuatro Torres Business Area (CTBA). Sin embargo, también se ha producido un aumento discreto en la ocupación de zonas periféricas como Julian Camarillo, Manoteras y Las Tablas, con precios competitivos como principal atractivo.
Con respecto a la Ciudad Condal, a la fecha se estima una contratación de 228 300 m2, lo que representa un 79% de crecimiento en términos anuales, según datos de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield. El último informe de la fuente indicó que entre julio y septiembre se reservaron 88 000 m2, más del doble que en el mismo trimestre del 2020 y solo 11% menos que en Madrid.
Sin duda, el área más solicitada ha sido el Distrito 22@, que acapara cerca de 103.000 m2 del acumulado anual. Aquí destacan operaciones de grandes empresas tecnológicas como Amazon (8400 m2), T-Systems (7500 m2), el grupo Metropolis (7000 m2) y Webhelp que confirmó el arriendo de 20 000 m² para la instalación de una nueva macrosede.
La recuperación del mercado de oficinas será diferente en comparación con las crisis anteriores. La razón de esto es que la mayoría de las empresas que deciden regresar lo hacen con un esquema híbrido que combina trabajo presencial y teletrabajo. De la misma forma, se han puesto sobre la mesa propuestas como espacios flexibles y coworking, entradas escalonadas, aforos del 50%, turnos rotativos y semanas laborales más cortas.
En cuanto a medidas para garantizar un retorno seguro a la oficina, hay una realidad clara: las empresas buscan lugares más espaciosos. En Madrid, el 81% de los contratos se relacionan con el cambio de sedes, mientras que Barcelona se acerca con un 79%. Así mismo, el 36% y el 42% de las mudanzas respectivamente se debe a la búsqueda de espacios más amplios, siendo este el principal motivo de alquiler en ambas ciudades. Se persigue así evitar aglomeraciones de personal y obtener un ambiente de trabajo más seguro.
El impacto negativo que ha tenido la Covid en la sociedad se ha ido superando poco a poco, y el repunte de contratos en el sector inmobiliario de oficinas es prueba de ello. Incluso, aunque las nuevas dinámicas de trabajo y movilidad sugerían que la tendencia se mantendría a la baja, los números actuales demuestran lo contrario. De cualquier forma, las proyecciones de crecimiento económico para el país son alentadoras y hacen pensar que el mercado no solo se recupera, sino que continuará hacia la expansión.