España tiene un índice de obesidad del 17% -17,5% en hombres y 16,5% en mujeres, según los datos de la última Encuesta Europea de Salud de 2014. Un panorama bastante desalentador. A tenor de otra investigación publicada en 2016 por la Revista Española de Cardiología que hablaba ya de un 39,3% de españoles que sufrían sobrepeso y un 21,6, obesidad.
Esto quiere decir que, más de la mitad de la población (60,9%) de entre 25 y 64 años sufren sobrepeso. Y si nos centramos en los niños, el dato no mejora: dos de cada diez niños tienen sobrepeso y uno de cada diez es obeso, tal y como se desprende de la última Encuesta Nacional de Salud.
La comida ultraprocesada, las dietas ricas en azúcares, el exceso de alcohol, estos son algunos de los hábitos más comunes a evitar si queremos mantener un peso saludable. Pero, ¿y si además existiese un factor emocional? Hablamos sobre el hambre emocional. Preocupaciones, estrés, aburrimiento, ansiedad, estos son algunos de los factores que lo desencadenan explica Fran Sabal, coach y nutricionista, en la última conferencia LUNCH&LEARN organizada por Espacio C4.
"Nuestro cerebro no entiende el "no". Se dice lo que se quiere, no lo que no queremos" -@FranSabal #EspacioC4 pic.twitter.com/zM8yYEe3k2
— Edificio Cuzco IV (@EdificioCuzcoIV) 6 de julio de 2017
El hambre emocional según esta experta en Nutrición está directamente relacionada con nuestras emociones. “Comer de manera emocional también se puede dar en momentos de alegría y felicidad, un ejemplo claro sería un cumpleaños, una comida familiar, una boda, cenas de fin de año. Estar triste o alegre siempre es una buena excusa para cometer excesos con la comida”, puntualiza Fran Sabal.
Para ello, es esencial aprender a tomar conciencia de la situación para así poder enfrentar estos momentos de alegría o ansiedad sin estar sujetos a lo que demanden nuestras emociones tanto las negativas como las positivas, explica la experta al respecto.
Alguna vez, relata la experta que sufrió constantes cambios de peso en su adolescencia, las personas repentinamente sienten la necesidad de comer, saben específicamente que desean y sienten urgencia por hacerlo, pero luego pueden experimentar frustración porque lo que comieron no lleno el vacío que sentían, y de hecho, sintieron hasta culpa por haber comido tanto sin tener realmente apetito.
Refugiarse en la comida es muy común, pero cuando esto se convierte en un hábito se vuelve imparable, explica Fran Sabal. Y es cuando se comienza a depender totalmente de la comida para satisfacer nuestras necesidades emocionales es cuándo perdemos el control.
Sin embargo, volver a tomar el control y cambiar este hábito compulsivo es más fácil de lo que parece, anima Fran Sabal a los asistentes que ya desde el inicio de la conferencia mostraron su interés por saber cómo evitar el hambre emocional.
En caso de sentir la necesidad imperiosa de comer debemos optar por lo más sano, como una fruta, un zumo natural de naranja, hasta un vaso de agua ayudaría, para frenar ese deseo irremediable de comer en exceso. Pararnos a pensar de forma positiva, analizar la situación, respirar profundamente, son algunos de los consejos de Fran Sabal para superar una crisis de hambre emocional y hacer que “el supuesto hambre” desaparezca.
Otra opción es salir a pasear, despejar la mente escuchando música, leer un libro, meditar y calmar la ansiedad que sentimos porque tomamos el control de lo que nos está sucediendo. También es importante respirar tranquila y lentamente. Todas estas opciones nos pueden ayudar a superar una crisis de hambre emocional.
Por último, Fran Sabal afirmó entre sonrisas sus cinco trucos para superar un vacío emocional y ser completamente feliz
Y por último, recuerda: La vida es para ser feliz.