Es normal sentirnos abrumados a principios de septiembre. Por lo general, la mayoría de nosotros volvemos al trabajo y dejamos las vacaciones atrás. La vuelta a lo cotidiano no es una tarea fácil, ya que el cuerpo y la mente deben volver a acostumbrarse a los cambios y las rutinas diarias. Para adaptarnos de la mejor manera posible, es recomendable hacerlo de forma paulatina.
¿Cómo afrontar y sobrevivir a la vuelta a la rutina después de vacaciones?
Hemos recopilado, las mejores recomendaciones para ayudarte a empezar septiembre con buen pie.
1. No vuelvas de vacaciones un día antes
Según un informe de la empresa de recursos humanos Randstad, “la mayoría de los empleados que padece estrés a la vuelta al trabajo necesita entre una y dos semanas para adaptarse y desarrollar su actividad profesional con normalidad”.
En este sentido, Randstad recomienda volver de vacaciones como mínimo 2 o 3 días antes de empezar a trabajar para “conseguir el ritmo laboral anterior y adaptarse con mayor facilidad.”
Casi cualquier cambio brusco puede generar estrés, por lo que es importante contar con un periodo de adaptación. Una semana se considera el periodo normal, por eso es conveniente dejarse unos días a la vuelta de vacaciones para ir volviendo poco a poco a las tareas, a los horarios y a los hábitos cotidianos.
2.Prioriza las tareas
Marcarse objetivos sencillos y alcanzables a la vuelta, es otra de las recomendaciones destacadas por el informe de Randstad. Priorizar las tareas y marcarse retos fáciles al principio “facilita la adaptación a los hábitos de la oficina y a las labores diarias del grupo de trabajo.”
3. Piensa a corto plazo
En lugar de pensar en las próximas vacaciones, o agobiarte pensando en todo el trabajo que te queda por hacer a la vuelta, según Pedro Palao Pons, coach personal, “la meta corta estimula, la muy larga, incomoda. Empezar la cuenta atrás para las próximas vacaciones es una de las peores ideas que se pueden tener.”
4. Realizar actividades de ocio para suavizar el estrés del trabajo
Para no pasar del todo al nada, es recomendable intercalar las jornadas laborales con actividades de ocio después del trabajo, que nos permitan disfrutar de nuestra familia y amigos, y suavizar así la inmersión en la rutina.
Integrar actividades de ocio para desconectar es fundamental para evitar el estrés emocional. La vuelta de vacaciones es buena época para comenzar nuevos proyectos y actividades que nos apetezcan fuera del trabajo, como cursos de ocio o algún deporte, que es un desestresante natural, nos mejora el humor y nos activa el organismo. Si ya hacíamos deporte antes de las vacaciones, hay que retomarlo poco a poco. Y si no, es un buen momento para empezar con alguno que nos apetezca.
También es aconsejable planificar algún fin de semana fuera de la ciudad y actividades con amigos y familiares. Nos dará el respiro que tanto necesitamos y nos cargará de energía.
5. Reservarnos momentos de relax
Buscar momentos para relajarnos en la vida diaria es fundamental para nuestra salud mental, sobre todo en los periodos de estrés emocional, como la vuelta de las vacaciones. Son muy aconsejables, tanto los ejercicios para realizar en momentos críticos de estrés y ansiedad, como las actividades que nos ayudan en la vida diaria: yoga, meditación, mindfulness…
Por otro lado, nuestro cuerpo también debe volver a adaptarse a la rutina diaria, por lo que es fundamental volver a los hábitos saludables.
6. Despertador. Dormir las horas necesarias
Durante las vacaciones los horarios de sueño suelen variar bastante, por lo que un descanso adecuado es muy importante para que nuestro organismo se recupere física y emocionalmente.
Se deben retomar la rutina y los horarios del sueño, ya que la falta de descanso produce irritabilidad, estrés, cansancio y falta de rendimiento. Si no dormimos lo suficiente estaremos más cansados y de peor humor, cosa que afectará a nuestro trabajo y a nuestra vida social, porque nos causará aún más agotamiento y estrés.
7.Cuidar la alimentación
La alimentación es la base de nuestra salud. Tras los excesos del verano (comer fuera de forma frecuente, en cantidades más abundantes y con más grasas, más alcohol…), además de un desajuste en nuestro organismo podemos haber ganado algunos kilos. Una dieta saludable, baja en grasas saturadas y rica en fruta y verdura fresca, pescado y fibra, va a hacer que nos sentamos muy bien y recuperemos nuestro peso.
No debemos olvidar empezar el día con un buen desayuno completo que nos aporte la energía necesaria para afrontar la jornada. Y hacer las 5 comidas diarias recomendadas para evitar la tentación del picoteo o las comilonas y ayudar así al buen funcionamiento del organismo.
Ahora sólo queda poner en práctica estos consejos. Septiembre es un mes lleno de oportunidades y si planteamos la vuelta de las vacaciones de forma adecuada, puede ser un momento donde predomine el recuerdo de buenos momentos y el inicio de nuevos proyectos que nos llenen de ilusión.
Esperamos que estos consejos mejoren tu reincorporación al trabajo.
¡Feliz vuelta!