Cuando Laura dio a luz a su primera hija y volvió a su empresa tras la baja maternal, se dio cuenta que la conciliación familiar no era en absoluto una realidad en España y que equilibrar el plano personal y profesional era casi imposible: “Seis de cada 10 madres han renunciado a su trayectoria laboral, y cinco de cada 10 mujeres que no son madres creen que renunciarían si lo fueran. Los datos demuestran que las mujeres cuando somos madres no nos alejamos del mercado laboral para cuidar de nuestros hijos. Más bien, lo que sucede es que las barreras externas e internas nos empujan a renunciar”.
“Al salir del hospital llevé conmigo una mochila llamada culpa. Me sentía culpable por no estar con mi hija y me sentía culpable por no estar al 100% en el trabajo”. Laura Baena estudió publicidad y después de ser madre fundó el Club de las Malas Madres, que busca romper con los estereotipos de la maternidad y reivindicar una corresponsabilidad real.
Durante los primeros meses del proyecto, las redes sociales se convirtieron en su vía de escape, y en ellas encontró el apoyo de más "malas madres" que se sentían identificadas con su causa. Con ella, malamadre jefa, los inquilinos de Edificio Cuzco IV compartieron su Lunch & Learn para hablar de corresponsabilidad y conciliación y analizar los resultados del estudio Somos Equipo. Se trata de un estudio elaborado por el Club de las Malasmadres a partir de la encuesta realizada el pasado mes de octubre y que contestaron 24.000 personas. Los datos demuestra que la corresponsabilidad está lejos de ser una realidad en este país, que las mujeres al ser madres renuncian a su carrera profesional y que el reparto de tareas doméstico-familiares sigue siendo principalmente femenino.
Lograr la igualdad entre hombres y mujeres, aplicar una conciliación real, cambiar los roles domestico familiares para re educar a ambas partes de la pareja en compartir las tareas en el hogar, entre otros, son algunos de sus reclamos por los que nació el Club de Malasmadres, afirma Laura Baena.
En una charla que fue una invitación continua a la reflexión, Laura pregunta: ¿Cuántas veces hemos oído eso de: “chica, qué suerte tienes que tu marido te ayuda mucho” o “las mujeres de hoy en día no os podéis quejar, ¡que los hombres hacen mucho comparado con antes!”? Lo cierto es que los datos del INE confirman que aumenta lentamente la participación del hombre en las tareas del hogar. Pero los resultados del estudio del Club de Malasmadres muestran como “las tareas donde el hombre está más presente tienen mayor reconocimiento social que las que realizan las mujeres”. Son actividades físicas, previsibles y concretas, con menos carga mental, a excepción de llevar la cuentas del hogar, que lo hace el 37% de los hombres al ser una responsabilidad vinculada a los roles tradicionales de género.
Su club rebosa "mucho sentido del humor, muchas ganas de poner sobre la mesa que hay un modelo distinto de mujer, y por tanto de madre, riéndonos siempre de nosotras mismas". Al igual que su conferencia: fresca, incisiva, demagógica. Baena comparte sus inquietudes y hacia dónde va este modelo de madre que prometen cambiar el mundo: “Nuestra misión es la de romper con los estereotipos y poner voz a las madres reales. Las que trabajan en casa y fuera del hogar, las que van corriendo a todos los sitios, pero que siguen siendo mujeres con ganas de crecer profesionalmente, de no perder su identidad, y de acabar con el concepto de superwoman. En definitiva desde el Club queremos crear un sentimiento común y gritar al mundo: ¡Soy mala madre!
Volviendo a los datos del estudio Somos equipo: el 80% de las madres profesionales no puede conciliar, el 50% ha vivido situaciones negativas derivadas de su maternidad, como que le cambien de funciones o le inviten a irse. Más del 40% de madres que cuidan a sus hijos ha dejado su trabajo para hacerlo. Baena concluye que “todo eso lleva a una sociedad en la que hay una insatisfacción brutal y una gestión del tiempo malísima que hace que las mujeres profesionales que son madres tengan solo 54 minutos de tiempo libre al día”.
Hay una parte de concienciación social y educación, educar en cambio de roles y estereotipos, en valores. “Es un cambio que llevará generaciones y esa concienciación tiene que llegar también a las empresas”. Por otra parte, está también la racionalización de los horarios. La clave es la flexibilidad, no solo que las jornadas acaben a las seis de la tarde porque igual esa hora ya es tarde. El cuidado de los hijos se tiene que entender como una responsabilidad social, porque lo cierto es que si tu hijo se pone malo la empresa tiene que darte la capacidad de adaptar tu día a día profesional al cuidado de tu familia.
“Y luego está lo que pasa en las pequeñas y medianas empresas, con recursos económicos y humanos limitados, donde la maternidad les supone una complicación. Por eso pedimos incentivos fiscales para pymes que implanten jornadas continuas con flexibilidad horaria. Si solo hacemos medidas para las madres, volvemos a lo mismo”, explica Baena.
El Congreso de los Diputados ha aprobado este mes de octubre igualar el permiso de paternidad con el de maternidad. En opinión de Baena “lo que se ha aprobado es fundamental porque legisla permisos iguales, intransferibles y pagados al 100%”. Lo cierto es que no puedes dejar que ninguna semana sea transferible porque volvería a caer sobre los hombros de las mujeres, como sucede con las reducciones y las excedencias. Concluye Laura: Esta medida es clave para involucrar también a los hombres.