Mientras avanzaba su charla, contagió al aforo (lleno total) de su entusiasta concepción de la vida mientras mezclaba anécdotas personales con una visión científica de la felicidad. Mario Alonso Puig, especialista en cirugía general y digestiva formado en la Universidad de Harvard en Boston, es además, experto en el campo de la inteligencia humana. Durante la conferencia analizó cuestiones cotidianas que impiden a las personas ser felices debido a un "estrés dañino". Al respecto, el experto afirma: “Un mayor nivel de serenidad, alegría, confianza, vitalidad, claridad mental y amor en el día a día ayudan científicamente a reducir los niveles de insatisfacción e infelicidad".
El experto nos invita a reflexionar sobre aspectos capitales de nuestra existencia y nos ayuda a trazar el itinerario que nos conducirá a una nueva tierra: el terreno de las múltiples oportunidades. "Las emociones son muy importantes y repercuten de manera positiva o negativa en la salud y en la eficiencia de las personas”, señala Puig.
Actualmente, entre el 50% y el 60% de las consultas médicas tienen que ver con el estrés, según el experto. Esto quiere decir que “una insatisfacción profunda en muchas personas puede derivar en problemas de salud graves”.
Según Mario Alonso Puig, existen hoy en día 5 venenos que hoy en día impiden a las personas ser felices:
Estos cinco venenos, actúan por dentro sin ser nosotros conscientes de sus verdaderas consecuencias. Todo ello lleva a la conclusión, según el doctor, que la falta de destreza en la gestión de nuestras emociones es una de las principales causas por las que enfermamos.
Todo el potencial creativo que encierra nuestro cerebro está muy influido por la situación emocional que experimentamos en cada momento, según Mario Alonso Puig. Si nos sentimos alegres, entusiasmados y apasionados, la creatividad tiende a fluir rápidamente. De hecho, las personas creativas, en líneas generales, suelen poner una gran pasión en lo que hacen. Por el contrario, cuando nos llenamos de miedo o de ira, se produce como una especie de tapón en ese flujo de la creatividad.
En definitiva, el experto considera que tener almacenada una dosis de ira y frustración en nosotros mismos, nos hace perder capacidad de memoria, de creatividad, como consecuencia perdemos eficiencia profesional.
Mejor hablar que callar
Por unas u otras razones, culturalmente hemos aprendido desde niños que era mejor callar nuestros sentimientos que expresarlos. La ira, el miedo, la frustración y la desesperanza son desterrados en nuestro día a día, y como consecuencia, llega un momento en que esas emociones salen al exterior y destruyen todo lo que encuentra a su paso.
Para ello, el doctor Mario Alonso Puig desvela que es esencial: “¡Tomarse un respiro!”, para mitigar el impulso negativo de la crítica, el juicio o la lamentación, lo que permite a mente y cuerpo funcionar “mucho mejor”.
Con el objetivo de que todos puedan prestar atención al presente para ver las cosas “tal y como son”, deshaciéndose del ruido mental, que repercute en las capacidades intelectuales y la salud, Puig concluye la conferencia haciendo especial hincapié en la necesidad de estar en el “aquí y ahora” para captar una realidad que, normalmente, “se escapa”: “En definitiva, se trata de concentrarnos en escuchar la belleza y aislarnos del ruido que nos genera estrés e insatisfacción”.