“Sentado en el sofá de casa no pasan cosas, pero si buscas que pasen, suceden. Tarde o temprano las cosas salen, por esto es importante que ahora mismo la gente crea en sí misma”, explica Ajram.
En un momento en el que la sociedad actual requiere dinamismo, Josef asegura que hay que olvidarse de las 14 pagas y el mes de vacaciones pagadas para dar un paso más. “Los autónomos tenemos la llave de este país. Tenemos la posibilidad de ser ricos porque tenemos la capacidad de gestionarnos”. En la Bolsa es fácil, “sólo hay que comprar barato y vender caro”, aunque siempre partiendo de una premisa: “aceptar que puedes perder”.
Este barcelonés de padre sirio y madre española tiene más de 200.000 seguidores en Twitter y cerca de 85.000 en Instagram. Cada día gestiono 50 problemas, lo que importa y marca la diferencia es la actitud frente a ellos. Ante todo, “hay que mirar las cosas con positivismo”. Este atleta y broker español ha sido nombrado uno de los 49 hombres más influyentes del planeta en 2013 según la revista Ask Men.
Tener claros los objetivos
A los 21 años, Josef Ajram abandonó las aulas universitarias para lanzarse de lleno a la frenética locura del parqué. Y comenzó a forjarse la leyenda de un hombre sin límites al que multinacionales y escuelas de negocios contratan para escuchar los secretos de su éxito. "Desde pequeño, siempre supe lo que quería ser en la vida y eso me ha ahorrado mucho tiempo porque fui directo a por ello. Hay que tener claros los objetivos que perseguimos, dejarnos de indecisiones, ser valientes y disfrutar", recomienda. Recuerdo que en mi época universitaria, cuando empezaba en la Bolsa, preguntaba a mis compañeros qué querían hacer y me respondían: “No lo sé”.
¿Existe un problema de creencia en uno mismo?
Josef Ajram nos explica que sí, ya que hay gente que tiene la idea de haber estudiado, y haber adquirido una formación que está enfocada hacia sectores profesionales a los que no les ve futuro. “Es muy importante confiar en uno mismo, luchar por lo que realmente creemos, saber qué queremos, y tener claro nuestro futuro”, concluye.
Metas alcanzables que permitan no tener nunca un límite
Otra parada importante en la vida de Josef Ajram fue el momento en el que aparece su pasión por el ultraman, prueba en la que el primer día se nada 10 kilómetros, y se pedalea durante 145 kilómetros, el segundo día, 275 kilómetros en bicicleta y, mientras terminamos de abrir por completo los ojos, nos explica el tercer día, en el que se corre durante 85 kilómetros.
Para Ajram cada mañana hay que creer en lo que uno hace, y que nunca falle el convencimiento de ello. “La motivación es una necesidad vital, a pesar de que muchas veces, a lo largo de una vida tenemos la sensación de estar invadidos por lo contrario, cuando el error reside fijar un objetivo inalcanzable o irreal”, comenta. Su idea con respecto a este tema parece clara, ya que debemos ponernos metas realizables, y buscar la manera de alcanzarlas, para que esa sucesión de pequeños éxitos nos ayude a que nunca encontremos el límite.
Ajram aplica los valores deportivos al ámbito empresarial y forma a otros ejecutivos en asuntos como la motivación y superación, la importancia de fraccionar objetivos para alcanzar nuestra meta y la gestión del éxito y del fracaso. Para este catalán de 38 años, es esencial la confianza en uno mismo, el trabajo en equipo, el emprendimiento y valoración del capital humano y la eficacia.
¿El secreto del éxito para Josef Ajram?
“Lo más importante es tener muchas ganas de llegar a la meta, sea cual sea. Da igual cómo o cuánto te hayas entrenado porque siempre vas a sufrir. Durante una carrera, es imposible estar disfrutando todo el rato". Así plantea la estrategia en todas sus carreras: "Me fijo metas a corto plazo, sencillas de alcanzar. Por ejemplo, correr 15 minutos. Si lo consigo, me premio: bebo agua. Otros 15, bebo y me tomo un gel. De este modo, me enfrento a cualquier reto deportivo que tenga ante mí: maratón, doble maratón, 10 kilómetros de natación...".
Para triunfar es fundamental asumir que el esfuerzo y el sacrificio forman parte del juego, "porque a mí también me duele el alma mientras corro. Esos momentos mágicos tan difíciles de describir, en los que el cuerpo y la mente fluyen en armonía, suelen durar muy poco. Se sufre mucho", asegura.
Concluye Ajram que “vivimos en un día a día de éxito y en una sociedad de la impaciencia que no está preparada para el fracaso”. Vivimos en la sociedad de Amazon y Tinder, es decir, de obtener las cosas de manera inmediata. Y en los negocios, para triunfar, hay que estar preparado para fracasar y ser paciente.